Las paredes del valle del ASON en Cantabria, son unas moles calcáreas de casi 300 metros de altura y aún poco conocidas o frecuentadas para la escalada.
En ellas podemos encontrar media docena de vías y todas ellas muy poco repetidas, puede ser por la interminable campa vertical que nos separa en más de una hora de su base o por el carácter y estilo de sus aperturistas.
Hace un par de semanas fui con Kepa a una vía de Peri y Charly "La llamada de la cima", abierta hace tres años y que en varias ocasiones se había frustrado el plan de escalarla a última hora por diferentes motivos.
Hacía bastante viento y frío y el primer largo de 6C para desayunar con los dedos como palos, ya te deja claro que en esta vía va a haber que apretar pero bien para poder hacerla en libre. El siguiente largo de 7A es magnífico, con roca muy buena y que se deja hacer bastante bien. El tercero tiene una sección de bloke dura pero bien protegida por una chapa que apretando un poco se puede encadenar bien también 7A+. El cuarto largo es el más duro de todos y aunque tiene unas cuantas chapas, es bastante difícil de encadenar, sobre todo por el musgo negro que cubre las secciones más duras. En este largo sacamos los pasos pero no encadenamos y será sobre el 7B o +.
A partir de aquí la línea pierde verticalidad y la roca empeora un poco, tras un largo de transición, pero no regalado y bastante curioso de 6B. Llegamos a una campa donde hay que navegar pero bien para llegar a una chapa, lo cual será de las zonas más expuestas y obligadas de la vía. Ese largo es muy bueno en su parte superior, con fisura de libro y unos pasos duros y difíciles de encadenar por la hierba que tiene la fisura en su parte final 7A+. Una vez aquí y tras una travesía terminamos por un curioso diedro con algunos pasos raros para llegar a la última reunión 6B.
Con el tiempo justo y ya atardeciendo rapelamos por la vía y volvimos por la interminable y empinada campa hasta el pueblo de Ason con las últimas luces.
Un buen día de escalada en estas increíbles paredes donde la aventura está asegurada.
En ellas podemos encontrar media docena de vías y todas ellas muy poco repetidas, puede ser por la interminable campa vertical que nos separa en más de una hora de su base o por el carácter y estilo de sus aperturistas.
Hace un par de semanas fui con Kepa a una vía de Peri y Charly "La llamada de la cima", abierta hace tres años y que en varias ocasiones se había frustrado el plan de escalarla a última hora por diferentes motivos.
Hacía bastante viento y frío y el primer largo de 6C para desayunar con los dedos como palos, ya te deja claro que en esta vía va a haber que apretar pero bien para poder hacerla en libre. El siguiente largo de 7A es magnífico, con roca muy buena y que se deja hacer bastante bien. El tercero tiene una sección de bloke dura pero bien protegida por una chapa que apretando un poco se puede encadenar bien también 7A+. El cuarto largo es el más duro de todos y aunque tiene unas cuantas chapas, es bastante difícil de encadenar, sobre todo por el musgo negro que cubre las secciones más duras. En este largo sacamos los pasos pero no encadenamos y será sobre el 7B o +.
A partir de aquí la línea pierde verticalidad y la roca empeora un poco, tras un largo de transición, pero no regalado y bastante curioso de 6B. Llegamos a una campa donde hay que navegar pero bien para llegar a una chapa, lo cual será de las zonas más expuestas y obligadas de la vía. Ese largo es muy bueno en su parte superior, con fisura de libro y unos pasos duros y difíciles de encadenar por la hierba que tiene la fisura en su parte final 7A+. Una vez aquí y tras una travesía terminamos por un curioso diedro con algunos pasos raros para llegar a la última reunión 6B.
Con el tiempo justo y ya atardeciendo rapelamos por la vía y volvimos por la interminable y empinada campa hasta el pueblo de Ason con las últimas luces.
Un buen día de escalada en estas increíbles paredes donde la aventura está asegurada.
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